probabilidad
La probabilidad es la posibilidad que existe entre varias posibilidades, que un hecho o condición se produzcan. La probabilidad, entonces, mide la frecuencia con la cual se obtiene un resultado en oportunidad de la realización de un experimento sobre el cual se conocen todos los resultados posibles gracias a las condiciones de estabilidad que el contexto supone de antemano.
El estudio científico de la probabilidad, a diferencia de lo que ha ocurrido con otras cuestiones matemáticas (porque obviamente ambas disciplinas están estrechamente vinculadas entre sí), no resulta ser una preocupación que se remonta a la antigüedad, por ejemplo, tiempos en los que la mayoría de los grandes pensadores ocupaban aparentemente sus pensamientos en otras cuestiones más determinantes para esa época. Entonces, el estudio y la profundización acerca de la cuestión de la probabilidad, se puede decir que es más bien un acontecimiento moderno.
La gran aliada de la probabilidad es la llamada teoría de la probabilidad, ya que gracias a lo que esta postula y sostiene, es que los seres humanos podemos anticiparnos a que algunos sucesos potenciales ocurran finalmente. La mencionada teoría es muy utilizada y consultada por disciplinas como ser la estadística, la filosofía, las matemáticas y la ciencia, para sacar conclusiones respecto de los sucesos potenciales que las ocupan.
La teoría de la probabilidad es un modelo matemático que se ocupa de analizar los fenómenos aleatorios; esto implica la contraposición respecto de los fenómenos ya determinados, que son aquellos en los cuales el resultado del experimento que se realiza, atendiendo a determinadas condiciones, produce un resultado único y previsible, que se repetirá la cantidad de veces que éste vuelva a hacerse, siempre y cuando se respeten las mismas condiciones.
Por ejemplo, el agua que se calienta a 100 grados Celsius a nivel del mar se convierte en vapor: éste es un fenómeno ya determinado. En tanto, los aleatorios, que son de los que se ocupa la teoría de la probabilidad, podrán realizarse miles de veces bajo las mismas circunstancias pero siempre tendrán como resultado un variado conjunto de alternativas. Un clarísimo ejemplo resulta ser las diversas posibilidades y combinaciones que permite el lanzamiento de dados cuando se está jugando a la generala.
Quizá esto que les expuse suene bastante abstracto para nuestra vida cotidiana; sin embargo, la probabilidad está absolutamente inmersa en nuestro día a día como parte integrante de una sociedad y comunidad determinada, ya que en el análisis de riesgos y en el comercio de materias primas, la probabilidad, tiene una incidencia y una importancia vital.
Por citar tan sólo un ejemplo, pero que resulta bien gráfico, la mayoría de los gobiernos, alguna vez, han echado mano de los métodos probabilísticos, para atender a un futuro escenario en el cual el bienestar de su población puede entrar en serio riesgo. Las cuestiones inherentes al cuidado del medio ambiente o la propensión a los ataques exteriores que pueden recibirse de alguna nación vecina, pueden ser el objeto de una medición probabilística en algún momento. En este sentido, la aplicación de los modelos informáticos ha permitido, en el marco de políticas sensatas y a largo plazo, incluir las variables más insospechadas en el cálculo de la probabilidad de una acontecimiento. Por ejemplo, cuando se planifica el resultado de una cosecha, suelen considerarse en el razonamiento de las probabilidades la superficie a sembrar, el tipo de semilla, la cantidad de trabajadores, las condiciones de riego… sin embargo, mediante las computadores actuales, pueden incluirse verdaderos imponderables, como largas sequías o, por el contrario, anegamientos e inundaciones.
En este contexto, surge la moderna idea, muy aplicada por distintas ciencias, de igualar la idea de probabilidad con el concepto de riesgo. Esto nos puede parecer tremendista, pero resulta ser un fenómeno de utilización muy común en la medicina. Así, sabemos que si una persona es fumadora, tiene el colesterol elevado y no realiza actividad física tiene una mayor probabilidad (o sea, un mayor riesgo) de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Mediante la aplicación de la teoría de la probabilidad, sabremos que es necesario invertir un gran esfuerzo en combatir el tabaquismo y promover una vida sana para reducir la tasa de problemas cardíacos y evitar complicaciones en salud a largo plazo.
Vemos así que la idea de probabilidad forma parte del día a día, desde el simple hecho de cruzar una calle y definir sus riesgos, hasta el complejo diseño de un viaje por el espacio.
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